Bossa-Nova



“Bossa-Nova” significa “bossa nueva”. La palabra “bossa”, usada aisladamente, ya era común en Brasil, antes de la creación del género musical, refiriéndose al encanto particular, al “estilo”, “instinto” o capacidad natural. Es así como fue de uso frecuente por los músicos antes de la grabación de “Chega De Saudade”.

En 1932, Noel Rosa utilizó la palabra en una samba… cuando expresó "O samba, a prontidão e outras bossas/São nossas coisas, são coisas nossas" (la samba, la determinación y otras bossas/son nuestras especialidades.)” En los finales de los años 50 y el principio de los años 60 solamente los jóvenes usaban el término Bossa Nova en su modismo para definir cualquier cosa nueva, o estilo nuevo, pero cuando la canción “Presidente Bossa Nova” del artista Juca Chaves se volvió un gran éxito en la radio, el término llegó a estar muy de moda y fue utilizado libremente por cada uno. Para la nueva manera de realizar la samba surgió él término originalmente llamado "Samba Bossa Nova" y luego, poco más tarde, solo "Bossa Nova".

Nadie puede alegar saber con exactitud cual fue el origen del término “Bossa-Nova”. Lo más probable es que el término “BOSSA” fuera usado para referirse a cualquier nueva “tendencia” o a la tendencia de moda dentro de la cultura-costera artística de los últimos 50 años en Río de Janeiro. El término finalmente llegó a ser conocido y ampliamente utilizado para referirse a un nuevo estilo de la música, a una fusión de la samba y a jazz, cuando los creadores aplicaron a su nuevo estilo el término como “la nueva cosa”. Era probable usar el término “Bossa-Nova” entonces como referencia genérica a lo que hacían en la música en ese entonces, que no tenía ningún nombre particular todavía. Sin embargo, el término se arraigó como la definición de su propia creación artística específica, que se conocía como “Bossa-Nova” o luego simplemente como “Bossa”, como lo conocemos hoy en día.

La bossa-nova se toca normalmente con guitarra clásica, cuerdas de nylon y con los dedos (sin púa). En su forma más pura basta con la guitarra sin acompañamiento y la melodía cantada, como puede escucharse en numerosas interpretaciones de João Gilberto. Incluso en los arreglos de jazz de más envergadura, que se hacían para grupos hay casi siempre una guitarra que lleva el ritmo principal.

Aunque no sea tan importante como la guitarra, el piano es otro de los instrumentos que se usan en la bossa-nova; Jobim escribió para el mismo e interpretó en él en la mayor parte de sus grabaciones. El piano ha servido también como puente estilístico entre la bossa-nova y el jazz, permitiendo que estos dos géneros se influencien el uno al otro.

Los tambores y la percusión no se consideran una parte esencial, de la instrumentación en la bossa-nova (y de hecho los creadores tendían a prescindir de ellos), aun así hay un estilo de percusión definido en la bossa-nova, caracterizándose por continuas octavas en los timbales (imitando la pandereta de la samba) y golpeando ligeramente el aro, generalmente a contratiempo.

¿Es Cultura la Semana Santa?

Vayamos por partes, es posible que en un país que demanda, como ordena la Constitución, laicidad en toda la esfera pública, la Semana Santa no esté de moda como algunos comentan. Sin embargo resulta extraña la pose de la fundación Córdoba 2016, al no incluir este evento dentro de los signos culturales de la ciudad de Córdoba. No es el camino y es atacar a esta tradición por el lado más tonto, sobre todo si tenemos en cuenta que nuestros gobiernos siguen jurando o prometiendo los cargos delante de una biblia y un crucifijo. No es de recibo que asuntos más esenciales para hacer cumplir la constitución, esté al pairo y decidan hincarle el diente por un costado, enfrentándose a media ciudad y poniéndolos de uñas, no es razonable.
Nos guste o no, esta ciudad tiene un porcentaje muy alto de católicos por lo que esta tradición de la semana santa forma parte del carácter del cordobés de forma casi hereditaria. Me parece de una torpeza sublime el haber detonado esta polémica con la falta de estímulo popular que tiene la Capitalidad.
Fuera de su significado, esta celebración, no solo es cultura de forma natural y legítima si no que además es una demostración de todas las Bellas Artes. No considerar a la Semana Santa como cultura es un error de bulto y más en una ciudad en la que su mayor empresa tiene como logotipo al Espíritu Santo.
Tampoco es de recibo que mientras se niega a estas celebraciones la categoría de cultura, se incluyan en todos los diarios las noticias del espectáculo taurino en la sección de cultura y se les de medallas a las Bellas Artes a matadores de toros. A mi me parece que este país está de atar, y que todos los conceptos están prostituidos por su burda traducción a dinero y solo dinero.
Os pongáis como os pongáis, la semana santa y todo su despliegue de "muñequitos" es un acto cultural de primer orden que hace partícipes de la verbena a miles de cordobeses (insisto: nos guste o no) que por su gran número tienen derecho a determinados privilegios sobre la ciudad. Pero ojo, que si algún día es posible votar por llevarla al Arenal, yo votaré que si con toda seguridad. Con la misma seguridad que defiendo que la Semana Santa es un acto cultural que fomenta las pernoctaciones.
En definitiva que no entiendo la postura farisea de la Fundación, que me parece una equivocación política que tirará más problemas sobre este asunto del 2016. Que es ganas de chinchar a la "afición" y que si de verdad quieren luchar por un estado laico, que empiecen por los cimientos y no por el tejado. Que la semana santa es cultura igual que en esta tierra de maríasantísima lo es el Perol, tampoco incluido en los rasgos culturales inventariados por estos señores del dosmildiecisais.

CUT & PASTE chickymicky



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