El dios Mercurio

Siempre me interesó la mitología clásica y su pervivencia en las sociedades modernas. Recuerdo que de pequeño, cuando se rompía un termómetro en casa, recogíamos irresponsablemente las gotitas de mercurio que se escapaban de él, las poníamos en las manos y mirábamos sorprendidos, como de forma casi mágica unas gotas eran engullidas por otras hasta formar una sola y compacta gota. Luego golpeábamos la mano y esa gota se volvía a romper en muchas pequeñas que invariablemente repetían el proceso. Así una y otra vez pero siempre con el mismo comportamiento hacia la unidad.

Recuerdo también que esta imagen de mi niñez volvió a mi cabeza en una ocasión que paseando por el Paseo del Prado en Madrid, me llamó la atención una valla de hierro que bordea el edificio del Banco de España y que estaba formada por los símbolos del dios Mercurio; el caduceo, las dos serpientes, el casco y las alas de los pies. Ya fijándome bien vi que no solo en la valla sino en todo el edificio, la ornamentación era una pura alegoría de Mercurio. Caí entonces en la cuenta de que Mercurio era el dios del comercio, la elocuencia y los ladrones. Supuse entonces que no lo habían elegido por la tercera característica sino por la primera, aunque hoy haya pocas diferencias debido a la “elocuencia” que truca una en otra.

Me pregunté también si sería el símbolo del dinero por el comportamiento tan similar que tiene éste con las gotas en la mano. A fin de cuentas, ya es sabido que el dinero tiende al igual que el mercurio a unirse y convertirse en una sola unidad en también una sola mano. Mi pregunta ahora es; cuánto tiempo le queda a esta casi solitaria y enorme bola de vil metal para que un potente manotazo rompa esa unidad y convierta el mercurio-dinero en un montón de gotas aisladas de nuevo, para iniciar así otro nuevo y natural ciclo del mercurio. Creo que no estamos lejos de que esto se produzca.
Ilustración: Luis Calvo Anguís
Publicado en: La Calle de Córdoba

1 comentario:

MariaJU dijo...

que digo yo q, en base al principio fundamental de la materia de que ésta ni se crea ni se destruye, alguien tendrá por ahí escondida la gran bola de mercurio impidiendo q se haga bolitas más pequeñas en las manos de los demás para su uso y disfrute, no?.
A ver como acaba todo esto de la crisis y la gran bola plateada y escondida. Ya llevamos cabreos mil tras los chaparrones de tinta leídos y escribidos destilando malestar. Tu último apunte en la taberna de la calleja es un asomo de la indignación del sentir general, y si no general (lástima)al menos de quienes no andamos drogados con el fútbol y el circo q corre por todos lados.

un saludo, maría